Últimos días en San Francisco

San Francisco from the Port of Tiburon
San Francisco from the Port of Tiburon

Tras una semana trepidante, mi viaje a San Francisco ha concluido como merecía, con una gran traca final.

El viernes 25 fue un día razonablemente tranquilo. Tras compartir un buen café y un paseo por Embarcadero con Jon Staenberg, volví a recorrer el puerto con Gemmurrín para comprar algunos recuerdos de la ciudad. Es curioso comprobar cómo la mayor parte de los souvenirs son exactamente los mismos en todas las tiendas para turistas, pero lo es más aún que absolutamente todos ellos muestran sin reparo sus etiquetas con la leyenda «made in China«. En un momento en el que el gobierno norteamericano está desplegando con toda su fuerza una política proteccionista en lo laboral y en las principales industrias -algo que tiene todo el sentido en este país-, este hecho me ha llamado poderosamente la atención.

El sábado, finalmente nos decidimos a alquilar un coche y a cruzar el Golden Gate Bridge para recorrer la costa norte y este. Parece que la máquina de niebla que tiene instalada el ayuntamiento de San Francisco en el puente no funcionaba demasiado bien, así que tuvimos durante todo el recorrido unas maravillosas vistas de la ciudad y del propio puente. Podéis verlas en Flickr y aquí abajo 🙂

Golden Gate Bridge
Golden Gate Bridge

El viaje nos llevó desde Sausalito hasta Oakland, desde donde cruzamos a San Francisco a través del Bay Bridge, pasando por Tiburón o Berkeley. El lugar que más me gusto fue la bahía de Tiburón, un pequeño pueblo volcado al mar, situado justo frente a la bahía de San Francisco. En el momento en que llegamos estaban celebrando una regata, lo que propició que gozásemos de unas vistas increíbles de la bahía, del Golden Gate y del puerto de la ciudad.

Finalmente, el domingo tuvimos la suerte de poder recorrer el Valle de Napa (también conocido como Wine Country) de la mano de Edurne y David, dos buenos entendidos del mundo del vino, grandes conocedores de la zona y aún mejores anfitriones. Durante todo el día estuvimos disfrutando de varias catas en las mejores bodegas de esta zona maravillosa de viñas, que no tiene nada que envidiar a algunas de las mejores regiones vinícolas de la vieja Europa.

Carneros in Napa Valley
Edurne, David & Gemma at Carnero's (Napa Valley)

Para mí ha resultado una sorpresa conocer esta región, que disfruta de un clima envidiable y de una infraestructura inmejorable para la producción y promoción del vino. Una gran jornada para recordar. Gracias David y Edurne (y Ramón 🙂

Y tras este gran día, se acabó nuestro viaje a San Francisco. That’s all Folks. Fundido a negro y vuelta a Valencia, donde llegaremos el martes por la mañana vía Philadelphia y Madrid. La bahía y el valle de San Francisco han dejado una honda huella en nosotros por muchos motivos, pero principalmente por su ambiente cosmopolita y su riqueza, que es fruto de la diversidad bien entendida. No creo que pase mucho tiempo antes de que volvamos por aquí y de hecho ya estoy empezando a echarla de menos. Eso sí, la próxima vez no olvidaremos las flores en el pelo 🙂

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