Networking sí, pero sin pasarse

Ayer por la mañana recibí una llamada en mi móvil de una tal Jessica, a quién por lo visto había conocido el día del emprendedor en el Palacio de Congresos de Valencia y le había dado mi tarjeta. Tras mi sorpresa inicial, me invitó a la presentación de su empresa en Valencia y, como el local estaba cerca de mi oficina, decidí apuntarme.

Lo primero que me mosqueó fue que no me dijese el nombre de la empresa y que, al preguntarle por su actividad, me contestase con evasivas tales como «algo relacionado con teléfonos móviles. ¿Quién no tiene un móvil hoy en día?». De todas formas, por algún motivo pensé que se trataría de un proyecto de mobile marketing o de contenidos o aplicaciones móviles, que es lo que se lleva ahora. Movilidad, presentación… bueno, una ocasión más de conocer a gente del sector y hacer un poco de networking, pensé, y allá que me fui.

Lo primero que me sorprendió al llegar fue no conocer a nadie y que no fuésemos más de cinco o seis personas. Tras las presentaciones pertinentes nos condujeron a una salita con un proyector en la que un señor nos empezó a vender una empresa llamada «ACN» que, por lo visto, presta servicios de telefonía y que ahora ha suscrito algún tipo de acuerdo de distribución con The Phone House. «Maldición» pensé «otros que me quieren vender una línea de teléfono«.

Pero me equivoqué; en realidad,, fue mucho peor. Por lo visto, ACN tiene un sistema piramidal de distribución (ellos creo que le llaman marketing multinivel, aunque al presentador se le escapó la expresión piramidal un par de veces), por el que los comerciales cobran por las ventas de todos los comerciales que entran en la red a través de ellos. Tras varios «casos de éxito», como el de un señor que se había arruinado y que, gracias a este sistema, ahora cobraba 8.000 € sin trabajar, me levanté y me fui, ante la mirada suplicante del resto de compañeros de presentación, que no se atrevieron a seguirme. Seguramente alguno de ellos acabaría comprando líneas, teléfonos, redes comerciales infinitas o sellos que se revalorizan por parte de magia. Catorce horas después aún sigo preguntándome qué hacía yo allí y por qué me invitaron.

Esto me recuerda a una comida a la que asistí hace tiempo, en la que unos abogados especialistas en protección de datos desconocían que había un nuevo reglamento de desarrollo -vamos y casi cualquier otra cosa relacionada con la protección de datos- y una especialista en marketing online me dijo que ellos eran tan buenos que nos aseguraban que nos sacaban en google arriba del todo; arriba o a la derecha, como nosotros quisiéramos. En un alarde de autocontrol no me levanté para aplaudir y hacer unas verónicas encima de la mesa.

Conclusión: Aunque estos parecen ser los tiempos del networking, hay que recordar que listos, los hay en todas partes, así que vale la pena priorizar, seleccionar y, sobre todo, informarse bien para evitar meterse en un jardín, sobre todo cuando hay mucho trabajo y poco tiempo.

Olé.

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