Las tres cosas que menos me gustan de facebook son, por este orden,
(i) los amigos recién llegados que cuelgan información que no tienen que colgar, envían mensajes por canales inapropiados y te invitan a mil grupos absurdos que ya has ignorado mil veces.
(ii) los amigos que, pese a llevar cierto tiempo en el ajo, siguen invitándote a los grupos y pretendiendo que te unas a campañas absurdas y
(iii) los que, no siendo amigos, pretenden acceder a tu información personal a través de técnicas varias.
Estos últimos son los más peligrosos, aunque, evidentemente, también son los más sencillos de identificar e ignorar. Hace poco leía que mucha gente acepta a todos los amigos que se postulan como tales a través de una petición. Grave error. A esa gente habría que decirle que una sola persona desconocida en tu red puede suponer un gravísimo quebranto a tu privacidad en forma de spam y uso malintencionado de tu información personal, como fotos, contactos, etc.
Un amigo en facebook es alguien que tiene acceso, no sólo a tu información, sino a la de todos tus contactos: sabrá qué le cuentas a tus amigos, a tus contactos y a la gente con la que te relacionas, cuándo, dónde y con quién has estado los últimos meses, etc. Tendrá acceso a tus fotografías y a tus mensajes personales, a tu dirección de correo, tu fecha de nacimiento y la mayoría de tus gustos y aficiones. Tal vez tú tengas cuidado a la hora de seleccionar la información que publicas, pero seguro que alguno de tus contactos cuenta más de lo que debería, y esa información estará en tu perfil, accesible por cualquiera a quién hayas calificado como amigo.
Haz la prueba: si uno de tus amigos aparece en un álbum de fotos de un tercero, al que no conoces, facebook te concede acceso absoluto a ese álbum, que puede contener información muy personal de personas a las que ni siquiera conoces.
Ayer por la mañana un tal «generacontactos» que tiene varios perfiles por ciudades me invitó a ser su amigo. No caigais en este tipo de errores. Imagino que nadie es tan estúpido como para aceptar una invitación de un amigo con este nombre, pero seguro que alguien se ha planteado hacerlo.
Yo odio el spam y lo inteligente no es crear un grupo para defender mi derecho, sino empezar a controlar muy bien qué cuento, qué cuenta la gente de mi entorno, decidir quién puede acceder a esta información y, si no estoy de acuerdo con lo que cuenta alguien de mí, eliminarlo como amigo y adoptar las medidas necesarias para que retire esa información.
Hablo por mí, pero creo que el uso responsable de facebook -como de cualquier otra red social- es la única forma de asegurar la viabilidad de estas redes. Si no controlamos nosotros el entorno, acabarán llegando leyes que presuntamente protejan nuestros derechos restringiéndolos, ya que no hemos sido capaces de tutelarlos personalmente.
Y si no, tiempo al tiempo…
Luis,
Creo que tocas un tema muy interesante. Yo hace tiempo que lo llevo advertiendo, especialmente fuera de los Estados Unidos. En EEUU, los usuarios generalmente son universitarios y por lo tanto, la red de su universidad es la que por defecto tienen abierta al público. Existe, por lo tanto el riesgo que expresas, pero relativamente controlado ( y aun asi..). Tener el perfil abierto en la red «España» es un grave error y una puerta abierta.
A parte del fenómeno de las fotos que comentas, otro parecido es la de las listas de amigos (por defecto públicas hasta para el desconocido), simplemente de las listas se puede sacar una gran cantidad de información de una persona. Yo la cerré hace tiempo.
ps. soy almodovar 😉
¡Qué alegría leerte! Estoy de acuerdo contigo, en España respetamos muy poco nuestra propia intimidad, quizá por desconocimiento. Un abrazo fuerte Almo. G.
Abrazo!!