Lola es la chica con la que quedo todos los días a las ocho de la tarde, con el permiso de Gemma. Tiene dos meses y es suave, tierna, cálida y poderosa. Ella desata tempestades y controla el precio del bitcoin. Deberíais verla dormir y, sobre todo, deberíais verla despertarse. Hagamos que valga la pena.