Primera ley de la correspondencia del hombre ocupado.
Contrariamente a lo que podría asumirse a través de la intuición, la sensación transmitida al contestar un e-mail, en la parte que afecta al grado de ocupación del remitente, es inversamente proporcional al tiempo transcurrido desde la recepción del e-mail motriz.
Visto… aquí y ahora 😉
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