Recientemente me hacía eco en este blog de una sensación recurrente durante las últimas semanas: vale, hay crisis. Vale, es una de las gordas, nadie sabe cuánto va durar ni en qué medida nos va a afectar. Pero todos sabemos que pasará y que el escenario y algunas de las reglas del juego habrán cambiado, por lo que las empresas que han llegado saneadas hasta aquí tienen una oportunidad única de posicionarse frente a ese nuevo mercado.
Esta sensación se ha visto respaldada recientemente por varias circunstancias que me alegra poder comentar por fin.
En primer lugar, veo que ya se ha hecho pública la inversión de Luis Faus y Marek Fodor en agroterra. He seguido de cerca esta operación porque conozco y aprecio a Juan Martínez -fundador y CEO de agroterra- y a Luis Faus -CEO de Vlex– y recientemente tuve la ocasión de conocer también a Marek; han creado un equipazo. Personalmente, me encanta la objetividad de Juan y su capacidad de analizar “desde fuera” su mercado e, incluso, su propio producto; en cuanto a Luis, su capacidad para crear estrategias y equipos comerciales para comercializar productos online es de sobra conocida y contrastada, y no creo que haga falta que diga nada acerca de atrapalo.com, de cuyo equipo fundador forma parte Marek. No sé si la necesitáis, pero por si acaso os deseo toda la suerte del mundo.
Para los que puedan pensar que se trata de un caso aislado, os comentaré que durante esta última semana he empezado a colaborar con dos grandísimos proyectos en internet -uno de ellos ya consolidado y que facturará en 2008 (su tercer año) cerca de dos millones de euros- que tras una primera ronda de FFF andan a la busca de financiación para abordar un desarrollo que se me antoja sólido y espectacular. Espero daros más noticias sobre estos proyectos próximamente.
Como siempre, dependiendo del lado de la balanza en el que te encuentres, puedes obtener descripciones muy distintas de la realidad. los emprendedores se quejan de la falta de inversores de verdad, y al mismo tiempo los inversores se quejan de la falta de proyectos emprendedores de verdad.
Lo más curioso es que los dos grupos tienen razón 😉