Segundo domingo -por los pelos- del último mes del cuarto año de la segunda década del siglo XXI, 8 de diciembre de 2013 para los que os acabáis de levantar y no queréis pensar demasiado (ni sabéis en qué día vivís, canallas). Conmemoración de la Inmaculada Concepción de María, un festivo destacado en nuestro calendario desde 1644 y que este año cae en domingo. Hay que joderse.
Éste es el fin de semana por excelencia del año. De una forma u otra siempre hay un festivo cerca que nos permite tomar carrerilla para el maratón navideño, ya sabéis, árboles, belenes, esas cosas. No sé qué demonios tiene que ver la constitución española o la patrona de la Guardia Civil con asesinar un árbol o reproducir en casa un pueblo de Cisjordania, pero aquí somos muy de eso, de montar una juerga cuando uno menos se lo espera, y qué queréis que os diga, a mí me parece cojonudo.
Los que sois agnósticos o secesionistas SEGURO que habéis renunciado a estos días de asueto porque sería incongruente con vuestros férreos principios participar en celebraciones que conmemoran dogmas, sean cristianos o constitucionales. Seguro que incluso hoy, que es domingo, estáis trabajando duro, quemando banderas o, no sé, haciendo las cosas superoriginales y revolucionarias que soléis hacer cuando el resto de gente se divierte con entretenimientos, digámoslo así, más mainstream.
Yo soy muy poco moderno para estas cosas. Ayer por la noche nos hicimos fuertes en casa, montamos el árbol (uno de plástico, grande y molón, pero no un cadáver) y el belén, preparamos una cena alcoyana que a punto estuvo de acabar con nosotros y escuchamos villancicos hasta casi enloquecer.
Supongo que cada uno tenemos tradiciones o costumbres a las que no estamos dispuestos a renunciar. Mi rutina prenavideña incluye los dispendios de salud que ya os he explicado y el visionado inmisericorde de Love Actually. No se puede ser más mainstream.
Llamadme moñas, clasicón, ortodoxo. Pensad lo que queráis, pero ver Love Actually unos días antes de que empiece la Navidad supone para mí el pistoletazo de salida de una época que, no por consumista y ñoña, deja de ser absolutamente disfrutable si la liberas de tópicos y prejuicios. Quizá tenga que ver con ser de Alcoy y que allí tengamos un montón de pequeñas tradiciones que hacen que vivamos la Navidad de una forma muy intensa, aunque seguro que esto también forma parte de una imagen romántica que todos los emigrantes nos creamos sobre nuestros orígenes. El caso es que en Navidad se puede ser feliz y se puede ser desgraciado y yo siempre elijo ser feliz, en Navidad y en cualquier otra época del año.
En estas circunstancias, nadie se extrañará de que la canción del domingo del día 8 de diciembre de 2013 sea Christmas is all around, de Billy Mack, ese pedazo de personaje encarnado por Bill Nighy en la película Love Actually
“I know you love christmas, I always will
My mind’s made up by the way that I feel
There’s no beginning, there’ll be no end
‘Cause on Christmas you can depend”
Si no habéis visto aún Love Actually, no seré yo quien os venga con los spoilers, pero esta canción, con su cutrez y decrépita falta de talento, es uno de los hilos conductores de la película y alumbra una divertida sátira sobre cómo se puede aprovechar la Navidad para sacar la cabeza de la mierda.
La Navidad ya no es lo que era. En realidad, la Navidad nunca ha sido lo que siempre hemos pensado que era, porque más que una conmemoración o una época del año, es un estado mental. Mucha gente es indescriptiblemente infeliz en Navidad, como lo es en verano o en el aniversario de cualquier momento bueno o malo de sus vidas y eso no tiene nada que ver con el nacimiento de un señor una pila de años atrás.
Ser feliz es una opción y ser feliz en Navidad, más que una opción, es un reto. Ahora tú eliges: ¿quieres seguir siendo un cobarde y esconderte del mundo hasta que revientes de autocompasión o intentar disfrutar de los pocos momentos que puedes compartir con gente a la que quieres?
Por supuesto, siempre puedes elegir la opción de ser infeliz y sufrir y hacer sufrir a la gente de tu entorno gratuitamente. En ese caso, que te jodan, no pierdas tu tiempo de mierda en leer esto.
A mí siempre me han gustado los retos y por eso esta noche volveré a ver Love Actually con una buena botella de vino y personas que me importan. Voy a ser ñoño, mainstream y carca. Pero feliz.
Ojalá que vuestro domingo también sea cojonudo : )
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