Antepenúltimo domingo del verano del año de la pandemia. 6 de septiembre de 2020. Mañana Lola empieza las clases en su nuevo colegio y yo todavía no me lo puedo creer pero, eh, estamos bien.
No sé vosotros, pero a mí el verano no me ha cundido nada. Mi objetivo era descansar y desconectar durante un par de semanas pero, por lo visto, mi hija tenía otras idas en la cabeza y ya sabemos quién lleva los pantalones en esta casa y para qué sirven los planes.
Tampoco es tan grave. Si lo piensas bien, Lola lleva casi seis meses usando la mascarilla a diario, sin poder hacer muchas de las cosas que le gustan y guardando distancia con gente a la que quiere. Esto significa que lleva casi un 20% de su vida habitando un mundo que es un poco -por no decir mucho- peor del que todos hemos construido y habitado durante décadas.
Todos hemos perdido algo durante los últimos meses. Algunos lo han perdido todo y otros todavía no son capaces de cuantificar las dimensiones de la catástrofe. Pero en el fondo, si estás leyendo esto, tienes algunos motivos para sentir que no estás tan mal. Tienes una conexión a internet, un dispositivo a través del cual acceder a una red casi inacabable de personas y de contenidos y tiempo para perder leyendo mis chorradas. Puedes leer lo que escribo o escucharlo a través de un altavoz capaz de transformar las letras en sonidos.
No, las cosas no están siendo fáciles para nadie, sin peros ni condicionales, y pese a todo siento que si podemos seguir adelante, a pesar de las dificultades, podemos decir que estamos bien. Quizá no estemos donde esperábamos estar, pero mantenemos nuestra capacidad de reinventarnos y de seguir adelante, con esfuerzo y determinación, pero también con esperanza y ganas de cambiar de fase.
Por eso, la canción del domingo 6 de septiembre de 2020 es “estamos bien” de Santero y los muchachos.
Dime, dime quién te hiere, tráeme tus heridas,
tráeme y dime, pero dame un te quiero al acabar el día.
Eh, ¿estamos bien? ¡Repítelo!
Estamos bien, mejor que bien,
estamos bien, muy, muy, muy bien
Santero y los muchachos es una banda valenciana, fruto de la unión de cuatro tipos que saben de esto, con unos cuantos años en sus espaldas formando parte de algunas de las formaciones míticas de la ciudad y que han decidido hacer un “rock reposado” (sic) a base de letras profundas y ritmos rockeros sin estridencias que se dejan escuchar muy bien. En su segundo LP, Rioflorido, consiguieron crear un estilo propio y reconocible, del que me gusta destacar este tema por lo bien que refleja ese estado de ánimo optimista y positivo que tanto necesitamos ahora.
Si los hermanos Escrivá, Soni Artal y Marc Guardiola tuviesen que crear esta canción ahora, probablemente les costaría mucho más encontrar la inspiración o la energía necesaria para hacerlo. No están las cosas para muchas alegrías, pero siempre hay espacio para un tema como éste. Aunque el disco se publicó el año pasado, descubrí “estamos bien” el pasado 26 de julio, cuando recibí un mensaje de mi hermano con un enlace y el texto “estoy segurísimo de que te va a molar esta canción”. Y vaya si me gusto.
Desde ese día se ha convertido en mi tema del verano y ha encabezado todas mis listas de los últimos meses.
No nos engañemos, es muy probable que te sientas incapaz de decir que estás bien y que mires al futuro con el culo más apretado que los tornillos de un submarino. Precisamente por eso es tan importante que no dejemos de repetirnos que estamos bien, mejor que bien, que estamos bien, muy, muy, muy bieeeeeen. Confía en mí, funciona. Y si no, al menos te habrás llevado un rato de buena música a la cama, que no es moco de pavo.
Venga, que pases un feliz domingo (lo que queda de él) y un final de verano épico.
Como siempre, ¡aquí tienes la lista con las 133 canciones del domingo!
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