Segundo y último post -espero- sobre este asunto.
En mi anterior entrada comentaba que el himno propuesto por el COE y la SGAE era una basura. Pero no es que lo piense yo, sino que miles de personas en un clamor casi unánime se han pronunciado en idénticas expresiones de repulsa ante un texto incorrecto, hortera y poco comprometido.
De acuerdo, de entre las siete mil propuestas que han recibido, el COE y la SGAE han elegido una bazofia, y ahora reculan. No voy a perder el tiempo intentanto adivinar cuál ha sido el criterio elegido para seleccionar esta opción entre tantas, ni quién ha sido el principal responsable de esta mala elección.
Sin embargo, sí que me preocupa saber cuánto dinero nos ha costado a todos que un grupo de personas se equivoque. O mejor dicho, me encantaría saber por qué una entidad como la SGAE, financiada gracias a los discos y reproductores de MP3 que todos compramos, se mete en estos jardines.
Y es que
a lo que no estoy dispuesto es a que se juegue con mi dinero. Una cosa es que el Estado dedique el dinero de mis impuestos a apoyar causas que me son ajenas, pero que resultan de interés público. Y otra cosa es que
una ley le otorgue a una entidad privada el extraño privilegio de percibir dinero de todos con el
único y nítido objetivo de compensar a unos pocos y encima ésta
lo distraiga con fines espurios, en especial si el resultado es éste.
Ya basta. Es un abuso que tenga por pagar por un soporte para poder llevar a cabo copias privadas que, en realidad, no voy a hacer, pero lo que no admito es que, encima, este dinero se malgaste en este tipo de acciones.
Sé que la SGAE tiene otros fines, además de pagar a los autores el dinero percibido por el Canon, pero eso no tiene nada que ver con cómo gestionan el dinero que todos pagamos y que tiene que dedicarse en exclusiva a compensar a los autores, no a defenderlos, ni a promocionar nuestro país, ni a luchar contra la piratería. Eso si quiere, que lo haga, pero que se busque otras fuentes de ingresos, porque
es contrario a la ley que del dinero del canon salga un sólo céntimo para fines distintos al que le es propio.
Me gustaría saber el canon de cuántos millones de discos ha costado este esperpento, el pago mensual de cuántas radios y pubs se ha desviado de su finalidad principal para financiar este sainte, que ha tenido un final trágico.
La SGAE suele quejarse porque nadie le quiere, aparte de aquéllos a quiénes paga. Y después de todo esto… ¿a alguien le extraña?.
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