Asociaciones digitales en Hannover

El martes 4 de marzo salí en compañía de José Luis Colvée, Joaquín Garrido y Patricia Rico (a quienes podéis ver de espaldas en la foto) hacia Cebit, la que según muchos es la mayor feria del mundo de ordenadores, tecnologías de la información y, en general, las llamadas “soluciones digitales”. Desde luego no sé si es la más grande, pero el tamaño de la feria y el número de pabellones (más de veinte) realmente impresiona.

Aunque e-contratos es una empresa eminentemente tecnológica, asistí al evento en mi condición de presidente de promoción exterior de ESTIC, la patronal de empresas del sector TIC de la Comunidad Valenciana, que además ostenta una de las vicepresidencias de la asociación europea de pymes del sector TIC (pin-sme).

En realidad, pude ver bien poco del Cebit, porque durante el día 5 pasé la mayor parte del tiempo en una reunión de expertos sobre estandarización -tema del que soy de todo menos un experto- y, más tarde, en la asamblea general de los socios fundadores de pin sme, donde tuve la ocasión de presentar nuestra asociación y nuestra estrategia europea ante el resto de partners europeos.

La jornada resultó de lo más interesante, tuve ocasión de compartir experiencias con algunos señores que pintan bastante en la Comisión Europea y aprendí un montón de cosas acerca de los entresijos que ocupan a un buen número de personas en Bruselas.

Al margen de los asuntos burocráticos y oficiales a los que nos dedicamos durante todo el día, el viaje contó con, al menos, dos anécdotas curiosas:

  • la cena del martes 4 en un restaurante pakistaní (creo recordar) cercano al hotel -el único que quedaba abierto a esas horas-, en el que pudimos disfrutar de unos dürum de pollo, acompañados de una estupenda fanfarria mientras nevaba en la calle, una de las situaciones más absurdas que recuerdo.
  • el viaje de vuelta (Hannover-Valencia), vía Frankfurt y Madrid, nos llevó 11 horas, aproximadamente lo mismo que tardé en llegar desde Shanghai a Valencia via Amsterdam y París. Llegamos a Valencia a las 3,30 de la mañana, en coche desde Madrid. Diez puntos para la agencia de viaje (de sutura, preferiblemente).

Como experiencia, interesante. Personalmente, me hubiese gustado poder disfrutar un poco más del Cebit, porque me pareció un auténtico espectáculo, así que el próximo año espero poder organizar una misión como Dios manda para los asociados de ESTIC.

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