Me quedan unas pocas horas de trabajo de viernes por la tarde y unas cuantas más de lunes por la mañana antes de empezar una larguísima y esperada semana, que promete ser una de las más excitantes de los últimos años, quizá de los últimos casi 31, para ser más exactos.
La barba que véis en la foto, acompañando mi cara agotada, es el resultado de casi tres semanas de espera, con un solo objetivo: la escuadra que tengo el próximo martes, un acontecimiento que sólo se produce cada 4/5 años y que voy a poder disfrutar por primera vez en mi nueva filà, los Vascos. Seguramente estos días Alcoy se convierte en uno de los lugares al norte de Marruecos con un porcentaje mayor de señores barbudos, y eso es debido a que nos vemos “obligados” -si todas las obligaciones fuesen así…- a optar entre la barba de verdad o la postiza que te colocan al salir a la entrada de moros y cristianos, que suele consistir en un pegote de pegamento con cuatro pelos kilométricos estratégicamente colocados y que, más que una barba, parece el resultado de un atracón de fideos mal llevado.
El lunes empiezan las fiestas de moros y cristianos, pero este año me voy a perder casi la mitad porque el tercer día -el segundo “oficial”- es decir, el día de San Jorge (23 de abril) por la tarde me vuelvo a Valencia. Conociéndome, os plantearéis cuál es la causa mayor que me impulsa a cometer tal atrocidad, pero la ocasión lo merece: el día 24 por la mañana salgo hacia Puerto Rico, para participar junto con mis amigos de la tuna de Farmacia de Granada en el II Festival Internacional de Tunas del Caribe (FIT Caribe).
Es una ocasión muy especial, que me apetece muchísimo, hasta el punto de renunciar a mi día preferido del año: el 24 de abril, día del alardo en Alcoy y cumbre de las fiestas de moros y cristianos.
Se trata del segundo certamen al que acudo con la Tuna de Farmacia de Granada, tras el de la Laguna de hace dos años y, para alguien que, como yo, apenas “se calza el grillo” un par de veces al año, resulta un todo un acontecimiento. Es la segunda vez que cruzo el atlántico guitarra en ristre y espero no sea la última. Ya sabéis lo que dice la canción
“Si por casualidad piensas, sientes que la vida es un sueño
al tiempo que el rocío mañanero de la islita enjuaga tus mejillas
y el aroma de café te hace cosquillas,
seguramente estás en Puerto Rico…”
Cuando hace unos meses decía que el 2007 había sido el año más viajero de mi ya no tan corta existencia, desconocía qué iba a pasar durante 2008, pero todo apunta que entre este año voy a quemar el cuentakilómetros; y esto no ha hecho nada más que empezar!!
Actualización: Acabo de darme cuenta de que en la fotografía aparece la edición de esta entrada en blogger, por lo que quizá he generado un bucle que puede acabar con el tejido espacio-temporal. ¿Alguien tiene por ahí un condensador de fluzo a mano?
Cuando hace años salíamos de tuna, y entre copa y copa os comentaba que antes de casarnos teníamos que irnos a Puertorrico a cantar Mi Viejo San Juan, ataviados simplemente con un bañador, la beca y los pies en remojo, todos nos reíamos como si fuera un imposible.Parece mentira que esta -antaño fantasíá- se pueda hacer realidad dentro de unos pocos días con dos des mis mejores amigos y una gran Tuna como es Farmacia de Granada. Quiero agradecer a Teba el cariño y las ganas con que lo ha montado todo, atendiendo además a mis circustancias personales, sabiendo lo bien que me irán unos días de desconexión. Agradecer también la invitación de la Ilustre Tuna de Farmacia, para pdoer participar con ellos en tan magno evento.Mientras el cuerpo aguante…