El viernes por la noche fui con grandes expectativas al cine a ver Wall-e con Gemmurrin. Desde el primer trailer que pude ver cerca de navidades del año pasado, mis expectativas no habían hecho más que crecer y, por primera vez que recuerde, no sólo se han cumplido, sino que se han superado con creces.
Cuando me planteé escribir este post, empecé a pensar en qué aspecto de la película debería destacar. La animación, ambientación, la trama, la profundidad «psicológica» de los personajes (muy bien tratada, pese a tratarse de robots que, además, no hablan), la música, el trasfondo de la historia… pero al final he decidido que enfatizar cualquiera de estos aspectos sería hacerle un flaco favor a la película, porque está tan bien compensada y tan deliciosamente producida que no se merece un sólo 10 en la parrilla.
Todo en Wall-e me ha gustado hasta el punto que, 24 horas después, Gemmurrín y yo estamos luchando para no ir corriendo al cine para verla otra vez, y esta mañana he estado a puntísimo de comprar un pequeño Waste Allocation Load Lifter Earth-class teledirigido en toys-r-us. Señores, que tengo 31 añacos y ya no estamos para estas cosas. Será que la película destila dulzura e inspira cariño. O simplemente, que el verano inspira o refuerza estos sentimientos. Aquí tenéis el primer trailer que lanzó Pixar.
Como estoy seguro de que vas a ir al cine a ver Wall-e, no quiero «spoilearla» más allá de lo que lo hace el trailer, así que prefiero limitarme a aplaudir al equipo de Pixar y animarles para que sigan por esta senda. A mí me atraparon con Toy Story y siguen cautivándome con cada nueva película. ¿Y a ti qué te parece todo esto?
A mi también me ha encantado esta película.
Aunque no esté bien decirlo, anda colgada en la red. Yo ya la tengo aunque hay algunos comentarios de fondo de quienes estaban en la sala de cine.
Un saludo.