Esta semana la canción de los domingos llega el martes gracias a Telefónica. Hace tres semanas les pedí el alta en mi nueva casa y el jueves pasado, cuando llamé a preguntar qué pasaba con mi línea, me dijeron que no podían darme servicio de ADSL (¡en la ciudad de Valencia!) porque el centro no tenía potencia suficiente (¿?). Todos los vecinos de mi urbanización tienen ADSL de telefónica, pero para mí no hay. Esto me suena a conspiración, pero aún así no han conseguido acallarme, y aquí tenéis vuestra ración de música dominguero-martera.
Mi buen amigo Luis Turell me explicó hace tiempo que en una excavación en Rávena habían tratado de solucionar un problema cantando “Why can’t we be friends” mientras cavaban, todo para intentar crear un poco de buen rollito entre los participantes. No recuerdo si al final la estrategia funcionó, la verdad.
Mi relación con telefónica siempre ha sido tortuosa; he sido cliente durante toda mi vida, hasta que me cansé y me di de alta en Vodafone. Desde entonces me machacan a llamadas para que vuelva y cuando decido volver, me dicen que no pueden prestarme el servicio. Es tan lamentable que casi suena a broma. ¿Por qué no podemos ser amigos?
“Why can’t we be friends” es un temazo de War que ha sido versionado innumerables veces por todo tipo de grupos (seguramente recordarás la versión de Smash Mouth) y en todo tipo de situaciones, como en series (los Simpsons o los Teleñecos), películas (Puente a Terabithia) o anuncios.
Una buena canción para empezar la semana con optimismo, que me hubiese gustado proponer el domingo y que, gracias a Telefónica tenéis hoy ante vosotros. Se la dedico a ella, mi némesis comunicacional.
Qué recuerdos me han venido a la cabeza al leer el post…
Para los ávidos lectores del blog de Luis, no dejéis pasar la oportunidad de visitar Ravenna, antaño capital del dividido imperio Romano de Occidente, sede de emperadores y obispos. Un abrazo Luis. Nos vemos en pocos días en la capital de la familia Rapado-Bonnardeux.