Penúltimo domingo de verano, vamos, de agosto, que es lo más parecido al verano que tenemos en este bonito país. O tal vez debería decir simplemente “penúltimo domingo de vacaciones”, pero parece que este año la vuelta al cole se ha adelantado en las empresas.
“Ya que te pago aunque no curres, yo que tú me volvería prontito este año, no sea cosa que tu silla la ocupe otro o se quede vacía in secula seculorum. Hronia kai Hronia. You know.”
Para no romper la tradición, este domingo me ha encontrado en Mallorca, en casa de mi Luisga y Marta, rodeado de buenos amigos. Así da gusto.
Pronto tocará volver a enfundarse el taparrabos, calzarse el casco y las botas, coger el tridente y la red y salir al coso. Sálvese quién pueda.
Precisamente, ésta es una de las muchas canciones que he agregado a mi disco del verano 2009. Vetusta Morla ha sido uno de los grupos revelación en nuestro país durante 2008 y 2009, por muchos motivos, pero sobre todo por la voz característica de Pucho y unas letras ácidas en su justo punto para no resultar incómodas.
Pese a llevar un buen montón de años en el ajo, parece que 2008 fue el año del despegue y 2009 el de la consagración. Una gira más larga que el conflicto de la Copa América y un buen número de fans les están convirtiendo en el grupo de moda, algo que no sé si es, precisamente, lo que buscan, pero que seguramente les ayudará a seguir componiendo, produciendo y actuando, que no es poco.
Gran canción ésta, con grandes frases como “puedo partirme y negociar la otra mitad” o la tarareadísima “hay tanto idiota ahí fuera”.
Os dejo con la anciana tortuga interminable y os deseo que paséis un feliz domingo. Si mañana ya trabajáis, ánimo; si lleváis tiempo haciéndolo, ídem; y si aún os quedan vacaciones, aprovechadlas.
Todo se acaba.
Menos los domingos 😉