Penúltimo domingo de septiembre, ultimísimo del verano. En realidad, esto no tiene de verano más que el nombre, porque la última semana ha sido un auténtico festival de gotas frías y calientes, pero sobre todo abundantes.
Esta vez no puedo decir gran cosa del tiempo en España porque en este momento estoy a unos 10.500 kilómetros de allí, más o menos cerca de San Francisco, dependiendo de cuándo leas este post. Aquí se está de coña durante estos meses, por una de esas singularidades climáticas que algunos llaman el verano indio y otros, simplemente, en honor a Sirius. Qué cosas.
Los preparativos de este viaje han sido una auténtica locura a todos los niveles, y esto es lo que me ha inspirado la canción de este domingo: Basket case, de Green Day.
Sometimes i give myself the creeps
Sometimes my mind plays tricks on me
It all keeps adding up, I think I’m cracking up
Am I just paranoid? I’m just stoned
El álbum al que pertenece Basket Case, Dookie, posiblemente sea uno de los que más he escuchado en mi vida. Salió en 1994, coincidiendo con una época en la que escuchaba mucho rock y punk, y rápidamente se convirtió en mi disco favorito. Hace unos meses lo rescaté y desde entonces siempre llevo unas cuantas canciones en el Ipod para darme un subidón de vez en cuando. Por cierto, la portada podría ser el origen de la expresión “perrito piloto”.
No he seguido apenas a la banda de Berkeley desde Dookie, pero este disco me sigue entusiasmando, así que seguramente sea la mejor receta contra el jet lag y el agotamiento, tras las 25 horas que hemos tardado en llegar a nuestro apartamento en San Francisco.
Voy a inyectármelo en vena. ¡Que paséis un feliz domingo!
Esta si me suena a la buena época de Green Day.