
Primer (¡primerísimo!) domingo del quinto mes del tercer año de la tercera década del siglo XXI. 1 de mayo de 2022, día del trabajo y cuadragésimo cuarto cumpleaños de K. Ahora mismo hace sol, pero nadie sabe qué cojones va a pasar mañana, porque vaya meses llevamos, amigos.
Esta última semana me he pegado un par de buenas juergas, de esas que te levantas por la mañana y no sabes muy bien cómo has llegado a casa, pero estás seguro de que el resacón que te espera por delante ha valido la pena.
Tras dos años de pandemia, me sorprende lo fácil que nos hemos vuelto a acostumbrar a los garitos repletos de gente hasta la madrugada, los abrazos, los besos y, en general, el contacto físico con la gente que nos importa. Es una buena noticia, ya que muchos pronosticaban que el stress postraumático asociado a la COVID dejaría una sociedad de taraditos huidizos y distantes.
El caso es que anoche celebramos el cumpleaños de K rodeados de un montón de gente a la que queremos un montón y, para rematar la juerga, llamamos a Marcus y Norman, los Long Players, un par de tipos majérrimos a los que conocimos el año pasado en el Bona Vida y que hacen muy buena música en directo.
Como no tenemos 20 años (en realidad, sí, más de 2 veces), la mayoría de las canciones que tocaron están ya en listas de Spotify para carcamales como nosotros y cuando me he levantado me ha venido a la cabeza Hey Soul Sister, de Train, así que lo suyo es invitarles a pasar por esta sección, que es la suya, joven.
Your sweet moonbeam
The smell of you in every single dream I dream
I knew when we collided
You’re the one I had decided who’s one of my kind
Los Train llevan casi 30 años en activo. Desde 1994, han sufrido unos cuantos cambios en la formación original, incluidas algunas idas y venidas como las del vocalista Pat Monahan y han tenido tiempo a publicar 11 discos que contienen auténticos melocotonazos como este “Hey, Soul Sister” o “Drops of Jupiter”, que seguro que también os suena aunque no estéis familiarizados con ellos.
Hey, Soul Sister forma parte del quinto álbum de la banda, Save Me, San Francisco, publicado en 2009. Para mí, es uno de esos himnos que, cuando vuelves a escucharlos, te llenan el depósito de energía a tope, por eso creo que es un buen tema para cerrar la semana y preparar un mes de mayo que tiene pintaza.
Disfrutad, amigos y abrazad, besad y estrujad a vuestros seres queridos. Os lo merecéis.
¡Que acabéis de pasar un muy feliz domingo!
PD: como siempre, aquí tenéis las canciones del domingo, en orden cronológicamente inverso
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