Carcajadas inteligentes

Hace unas semanas tuve la inmensa suerte de poder asistir a un espectáculo en Barcelona como pocos se programan a lo largo de la temporada de teatro en nuestro país: «Por humor al arte» de La Trova.

Sigo a La Trova desde hace ya unos cuantos años y he podido asistir a varios de sus espectáculos; sin embago, esta última actuación me volvió a sorprender por su frescura, por su inteligencia y, sobre todo, por el sentido del humor tan característico del grupo. No esperéis humor fácil, de carcajada rápida y memoria corta; esto es otra cosa.

Para los profanos en el tema, una breve introducción: La trova son un grupo de actores y músicos que compaginan en sus espectáculos el teatro, la música y, sobre todo el humor. Así, mientras van desgranando cantadas, madrigales y casi cuaquier otro género medieval y contemporáneo, los textos y las situaciones se convierten en gags divertidísimos, imbricados por momentos de humor brillante e inteligente que en ocasiones nos deja durante unos segundos con esa sensación de «no habrán querido decir que…» para luego encontrarnos con la carcajada general del público.

Reconozco que soy poco objetivo, pero no puedo ocultar que siento auténtica debilidad por este grupo. En su día, fui un ferviente seguidor de Les Luthiers, otro grupo que practica la mezcla de música con humor inteligente, aunque reconozco que el de la Trova es un humor más fino, más elaborado y, desde luego, más cercano a nuestra propia idiosincrasia.

En este último espectáculo, la Trova se inventa el hallazgo de una serie de manuscritos en el Palacio de la alameda, que contienen distintas obras líricas y musicales que van siendo interpretadas por los miembros del grupo, en ocasiones a capella (como es el caso del Madrigal «Oh Dolore», de la compositora Pera Francesca della Pera) y en ocasiones acompañadas de diversos instrumentos (guitarra, piano, fagot y clarinete).

No voy a ahondar más en el espectáculo para no quitarle emoción; tan sólo un consejo: no levanteis el trasero del asiento hasta que haya finalizado el bis. Ahí es donde realmente se puede apreciar las tablas de los componentes del grupo y la complicidad que siempre mantienen con el público que asiste a cada una de las funciones. Podéis ver comentarios sobre este espectáculo aquí.

Únicamente un problema: La temporada en el Teatro Capitol de Barcelona se acaba el día 23 de julio, por lo que habrá que correr para poder verlos en vivo y en directo. Para los rezagados, siempre pueden esperar a la nueva temporada. Por mi parte, me quedo con el buen sabor de boca propio del fin de cualquier buen espectáculo y espero poder disfrutar de una nueva actuación pronto.

En el ínterin, a los pobres desdichados que no habéis tenido la suerte de asistir a una representación en directo de la Trova, un consuelo os mando: lo bueno siempre se hace esperar.

Un fuerte abrazo, Chupi.