¿Inocente?

Llamadme escrupuloso si queréis, pero a mí eso de celebrar con bromas y jolgorio la masacre de unos centenares de niños hace dos mil años me parece, no sé cómo decirlo… ¿morboso? ¿absurdo? ¿tétrico? Vamos, que no me acaba de gustar.

Aún así, ayer me permití la licencia de incluir en mi blog una pequeña “inocentada”, al hilo de las críticas y reacciones suscitadas durante el año 2006 en torno a las fiestas de moros y cristianos de Alcoy.

Lo más curioso de todo es que estoy seguro de que si hubiese colgado un post como éste hace cinco o seis años nadie lo hubiese tomado en serio, ni hubiese considerado la posibilidad de que algo así llegara a suceder; sin embargo, en estos momentos de autocensura y ataque sistemático por parte de determinados sectores, la verosimilitud de que algo así llegue a suceder se ha visto incrementada muchos puntos. De hecho, he recibido varios correos -los comentarios también son de coña, obviamente- “en serio” de solidaridad de algunos de vosotros, que os agradezco, aunque lamento deciros que habéis picado. El calendario no perdona…

No voy a ahondar en la reflexión que subyace a esta broma inocente, ya que me llevaría mucho más allá, pero sí espero fervorosamente no tener jamás que dar una noticia parecida a ésta.