Fuerteventura

Fuerteventura es un lugar de otro planeta, acaso telúrico. Los colores y texturas de sus parajes son absolutamente originales y únicos; acabo de llegar del ferry que me ha llevado allí esta mañana y aún estoy extasiado y deseando volver.
Hemos llegado esta mañana sobre las 10:15 en el Ferry de Fred Olsen que va de Playa Blanca (Lanzarote) a Corralejo (Fuerteventura) y nos hemos dirigido directamente -por recomendación de Jorge Esteve, gracias Safa– a Cotillo una pequeña localidad del noroeste. Allí hemos comprado unos bocadillos, dos pares de gafas de buceo, un paravientos y mucha agua, y nos hemos adentrado con el coche de alquiler en las carreteras de tierra de la costa: en realidad, aquellos viales tenían poco de carreteras y en muchas ocasiones uno se planteaba si realmente estaba siguiendo un camino marcado por alguien -o por algo- o simplemente estaba atravesando “a pelo” el campo de lava.

Hemos hecho la primera parada en esta cala, en realidad, en la que he tomado la foto que encabeza esta entrada y que se encontraba justo debajo de los acantilados de la derecha: una cala virgen, en la que soplaba un viento de mil demonios y donde las huellas se borraban en apenas un par de minutos. Estábamos prácticamente solos, con toda la playa, las rocas, los acantilados, el mar y el horizonte azul para nosotros. Una pasada, aunque el viento llegaba a cansar.

Cuando el viento ha hecho mella en nuestro ánimo, nos hemos dirigido a las denominadas “grandes playas”, cerca de Corralejo y rodeadas de Dunas. Si en Cotillo el mar era azul celeste, intenso, en Corralejo el agua resultaba algo más verdosa, pero totalmente transparente y compañada por una arena blanca muy fina que daba al paraje un tono paradisíaco. Una vez más, poca gente, muchos surfistas -la mayoría novatos en este caso- y un entorno incomparable.

Nos hemos vuelto con pocas ganas y con muchas de volver pronto, si bien es cierto que el calor ha resultado un poco sofocante -acabo de escuchar que estamos en estado de preemergencia por “meteorología adversa”-. Antes de llegar al hotel, nos hemos detenido en Playa Quemada, donde he podido fotografiar a unas gaviotas que esperaban en las rocas la vuelta de los pescadores.

En resumen, un día memorable y espero que no irrepetible!!

3 thoughts on “Fuerteventura

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  1. Disfruta todo lo que puedas, Luis. O más bien… Arrasa con lo que veas y generoso no seas. Me alegro mucho de lo estéis pasando tan bien, empiezo a imaginarme porque ya no quieres venir a Mallorca, yo no te puedo ofrecer masajaes en mi casa jejejeje. Un fuerte abrazo y un beso a Gemma.

  2. Envidia cochina es lo que te tengo, pero, como dice el refrán: “el que ríe el último ríe mejor” y ya me tocará a mi que también lo merezco, o no. Disfruta de Lanzarote, Fuerteventura y hasta de la butaca del avión, que este año te lo has ganado, pero sobre todo coge fuerzas para la vuelta a clase que falta te harán.Un abrazote y otro a Gemurrrr.PD/ A la vuelta pelotazo de Margarita en el Beach Club Linares con vistas al Riquer River.

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