Son las 14,32 de la tarde en Guangzhou y estoy en la oficina que el IVEX tiene en esta ciudad, uno de los pilares de la industria en China junto con Shenzen y Shantou, las otras dos grandes ciudades de la región de Cantón -Guandong-.
Aunque ayer por la tarde mi impresión sobre la ciudad no fue especialmente positiva, poco a poco empiezo a darme cuenta de su importancia para el tejido productivo industrial, no sólo en China, sino para todo el mercado internacional.
Guangzhou es una ciudad descomunal y razonablemente bonita para el movimiento industrial que atesora; la contaminación parece la misma que en cualquier otra ciudad de China, es decir, que esa neblina blanquecina que empaña el horizonte y que al principio se confunde con verdadera niebla, no es mucho más oscura o densa que en las demás ciudades que he visitado hasta ahora.
Mis dos primeras reuniones con organismos oficiales han resultado muy interesantes; esta tarde me toca hablar con despachos de abogados y aún no sé qué me espera mañana, pero a buen seguro resultará tan interesante como todo lo que he hecho hasta ahora. Antes incluso de haber acabado mi agenda, quiero darle las gracias a David y a toda la gente del IVEX en Guangzhou por el esfuerzo que han hecho organizándola y ayudándome a introducirnos en el lugar.
Mañana es el último día del Tour oficial de e-contratos por China, y el viernes por la mañana salgo desde Shanghai a primera hora de vuelta a Valencia, vía Schiphol y Paris, así que voy a intentar aprovechar mis últimas horas por aquí para acabar de empaparme en la cultura, el ambiente y las costumbres de un país que es tan grande como un continente, tan diverso como todo un planeta y tan interesante como encontrarse de bruces con una nueva civilización, que es lo que en realidad estoy haciendo.
Seguimos informando.
Deja un comentario