Primer domingo del tercer mes del séptimo año de la segunda década del siglo XXI. 6 de marzo de 2016. Hace mucho tiempo que no escribo dos semanas consecutivas en este blog y, mire usted por donde, aquí estoy de nuevo, irreconocible en mi versión buenrolloide dominical. Que dure lo que tenga que durar, HOYGAN.
Se nota que se acerca la primavera y la gente quiere roce, quiere cariño, quiere mambo. Y no, hoy no toca hablar de reggaeton (no, por Dios) ni de la gasolina y el cho-cho-chófer y toda esa mierda. Hoy toca hablar de quererse, de conocerse, de la coniunctio Jungiana. Quiéranse, coño y aprétense, que de eso nunca tenemos demasiado.
Todo esto empezó a mitad de semana, cuando leí un fenomenal artículo de mi amigo Chapu Apaloza, a cuenta del romance entre Iglesias y Sánchez, en el que evocaba aquello de que “si nos organizamos, follamos todos“. Aquí lo tenéis. Si no le seguís en twitter o en facebook o en los periódicos, no sabéis lo que os perdéis, insensatos.
Con esa frase en la cabeza, he llegado hoy a Valencia y me he encontrado en la mascletà con un grupo de chavales con camisetas que reincidían en el tema –más follar y menos joder y otras lindezas así, ya sabéis de lo que hablo- y en ese momento he decidido que ya tenía tema para la canción de hoy.
De hecho, el amor carnal no es ajeno a esta sección; hace unos meses ya fue canción del domingo “no todo va a ser follar”, de Javier Krahe, coincidiendo con su deceso, aunque en aquella canción, con la que tanto me he reído durante años, se le quita hierro al asunto, y aquí pretendo hacer justo lo contrario.
No seré yo quien diga que nuestro cancionero popular anda huérfano de canciones que traten el tema, ni que las radios comerciales le sean impermeables; sin embargo, la proximidad física suele tratarse con imágenes -a veces grotescas- y todo tipo de parafernalia que la evoca o describe con demasiados miramientos.
Por todo esto, y por muchas más cosas, la canción del domingo es “emborracharme” de Lori Meyers.
Me levanté tarde
y la resaca que ahora tengo me impide llamarte
y con las ganas que ahora tengo de follarte
y me has dejado algún mensaje que vi tarde
no va el WhatsApp, no carga el vídeo que mandaste
Lori Meyers molan porque no son los típicos chavales que acaban de salir al mercado y piensan “voy a hacer una canción que hable de colocarse y follar, porque seguro que a la gente le mola”. No, estos señores de Loja llevan 18 años sobre las tablas y saben de qué va esto. Si Granada fue una de las madres del indie patrio, Lori Meyers -y los Planetas y tantos otros- son los padres.
En realidad, emborracharme no habla sobre follar -que también-, sino sobre cómo a veces tragamos sapos y hacemos el indio para conseguirlo y eso es tan cierto, tan ascopénico, tan comolavidamísmico, que tenía que hacerle un hueco en esta sección. He pasado muy buenos momentos escuchando emborracharme, así que me parece una buena forma de acabar la semana. Aprovechad lo que os queda, que mañana toca madrugar. ¡Feliz domingo!
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