Tercer domingo del tercer mes del séptimo año de la segunda década del siglo XXI. 20 de marzo de 2016. Se acabaron las fallas y ahora toca volver al tajo. Bueno, en realidad no, porque dentro de cuatro días empieza la semana santa. Así no hay quien se aclare. Disuélvanse.
Hace rato he comentado en Facebook que hoy no esperaba escribir la canción del domingo, pero ha aparecido mi amigo Toni y me ha recordado un disco de Pedro Guerra del siglo pasado, que solía escuchar hasta la extenuación hace millones de años y que, ahora que vuelvo a tocar la guitarra casi a diario, he vuelto a revivir.
Guardo un recuerdo nítido de aquel primer álbum de Pedro –Golosinas-, un LP delicioso grabado -no sé si en parte o en la totalidad- en directo, con tantos matices y que me gustó tanto, que acabé comprando tres ejemplares para poder llevarlo encima en todas partes. Ojo, hablamos de un disco del año 95; por aquel entonces no existían reproductores de MP3 y una grabadora de CDs era una inversión al alcance de pocos.
Quizá la canción que más me gustó de aquel disco -y la primera que aprendí a tocar- fue “el marido de la peluquera“; nunca llegué a entender cómo alguien podía haber llegado a componer una canción así tras ver una película como aquélla. Por este motivo, la canción del domingo 20 de marzo de 2016 es la que tenéis aquí.
Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido
por eso un buen día Matilde acabó por tirarse en el río
Lo que fue tan hermoso, que no caiga al olvido.
Te estaré recordando por siempre Matilde, que tú no te has ido.
Y abrázame fuerte, que no pueda respirar
Tengo miedo de que un día ya no quieras bailar conmigo nunca más
Muchos conoceréis a Pedro Guerra como compositor, ya que algunas de sus canciones fueron himnos del pasado siglo XX, como Contamíname -que popularizaron Víctor Manuel y Ana Belén-, y por su involucración con la escena musical canaria -fue uno de los fundadores de Taller Canario de Canción-.
En su día, lo que más me atrajo de las composiciones de Pedro fue su carácter intimista y su capacidad para hacerlas brillar con tan solo una guitarra en la mano o con unas cuerdas largas de acompañamiento. Durante años Pedro Guerra se acompañó en el violoncello por su hermana Belén, que ahora es miembro de la ejecutiva de Podemos, tanto que casi podríamos llamarle miembra 🙂
No soy muy fan de Bebe ni me entusiasma esta versión pero, eh, es lo que tiene sacarse una canción del domingo de la manga en el tiempo de descuento 🙂
Os deseo que acabéis de pasar el ratito que queda de domingo de la mejor forma posible y aprovecho para desearos que paséis una semana santa cojonuda.
Deja un comentario