Canción del domingo: nobody knows you when you’re down and out (Eric Clapton)

Primer domingo del decimoprimer mes del vigésimo tercer año del siglo XXI. 6 de noviembre de 2022. Si tenías pensado hacer algo en 2022 y todavía no te has puesto con ello, tenemos un problema. Bueno, lo tienes tú, a mí no me mires.

Ayer, me levanté con ganas de escribir sobre un pensamiento que me ronda en la cabeza desde hace tiempo y me salió este post: nacemos solos, morimos solos.

No voy a resumirlo, porque sería un peñazo para mí escribirlo y para ti leerlo. Si tienes un rato este fin de semana, te recomiendo que te sirvas una copa de vino, abras la mente y te prepares para asomarte a unas cuantas opiniones más discutibles de lo habitual sobre la relaciones entre las personas y el sentido de la vida.

Mientras lo escribía, estuve tentado varias veces de incluir esta canción de Eric Clapton porque hace referencia a varios de los temas que aparecen en el post: lo efímero de las relaciones personales, las amistades por conveniencia, la importancia de asumir lo antes posible la responsabilidad sobre tu propia vida y otros que dejaré que descubras tú solo, si tienes las agallas suficientes.

Once I lived the life of a millionaire,
Spent all my money, didn’t have any care.
Took all my friends out for having good time,
We bought bootleg liquor, champagne and wine.

Then I began to fall so low,
Lost all my good friends, had nowhere to go.
I get my hands on a dollar again,
I’ll hang on to it till that eagle grins.

‘Cause no, no, nobody knows you
When you’re down and out.
In your pocket, not one penny,
And as for friends, you don’t have any.

When you get back up on your feet again,
Everybody wants to be your old long-lost friend.
I’ll say it’s strange, without any doubt,
Nobody knows you when you’re down and out.

Nobody knows when you’re down and out fue compuesta originalmente por Jimmy Cox en 1923, en pleno del apogeo de los felices años 20 y de la ley seca en Estados Unidos, cuando invitar a tus amigos a salir y tomar unas copas clandestinas era un acto de rebeldía al alcance de unos pocos. Ahí nació el término bootleg liquor, que utiliza Cox en la letra y que es tan sonoro como autoexplicativo.

A lo largo de los años, fue convirtiéndose en un estándar del blues americano hasta que Clapton lo convirtió en un éxito internacional al grabarlo por primera vez con Derek and the Dominos en 1970 y recuperarlo para su MTV Unplugged (1992), uno de los cinco discos que más he escuchado en mi vida y el único que aún tengo en cassette, CD y vinilo.

Pero hay otro motivo por el que tengo grabada a fuego esta canción en la cabeza.

A principios de 2020, varios medios se atrevieron a pronosticar que la década que estaba empezando se convertiría en una reedición de esos felices años 20, con una pujanza económica sin precedentes y fiestas estilo Gatsby por doquier.

En mi cabeza, ese optimismo vital se materializó en esta canción, de forma que me pasé el confinamiento tocándola y cantándola desde el balcón de mi piso de Chamberí, mientras mis vecinos increpaban a los pobres desgraciados que estiraban el paseo del perro unos minutos más de lo imprescindible, para fumarse un cigarrillo al aire libre.

¿Cuál es la moraleja? Ninguna. No es necesario aprender de todas las experiencias; muchas veces, es suficiente recordarlas con una sonrisa en la boca por haber sido capaz de sobrevivirlas y prepararte para pasar un gran domingo, que es lo que único que te deseo hoy.

¡A disfrutar!

PD: como siempre, aquí tienes mi lista con todas las canciones del domingo en orden cronológicamente inverso.

PD II: si te ha gustado este post., puedes apuntarte a mi lista y te avisaré cuando publique el próximo: http://eepurl.com/h-O2lf. 100% spam-free garantizado 🙂

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